Me llamaban Lunares. En realidad, siguen haciéndolo. Pero estoy hecha de mar y el grupo Marea ha sido testigo de muchos momentos de mi vida (su nombre se llama Marea...). Recuerdo un verano, el del 2012 exactamente. Era muy feliz: fines de semana en Cádiz, fiestas de la cerveza, mercadillos medievales, amores intensos que no duraban más de un mes, Ella... La recuerdo a ella en su habitación abuhardillada. Nos recuerdo a las dos cantando a gritos Lija y terciopelo, saltando en camas de hoteles. Recuerdo el "Eres". Pero ya no son más que eso, recuerdos.
Algo de mí se quedó en aquel verano y no ha vuelto. Cambié, me convertí en algo diferente a lo que había sido hasta ese momento (no digo que fuese mejor o peor, simplemente diferente). Empecé a ver el lado malo de las cosas, el lado oscuro de las personas. También conocí a mi sol de invierno, que calienta constantemente sin quemarte.
Caí en una espiral autodestructiva de la que me ha costado muchísimo salir. Es más, hay días que me despierto creyendo que sigo ahí, dando vueltas. Pero luego miro al otro lado y le veo a él, con su sonrisa de bicarbonato, su barba pelirroja y sus rizos... Y todo vuelve a estar en paz.
A principios de año, me prometí cumplir tres propósitos: volver a leer, volver a escribir y volver a quedarme en mi peso. El primer objetivo que he conseguido ha sido el de la lectura, ¡y de qué manera!. He descubierto géneros nuevos, mundos fantásticos, tranquilidad... No hay ni un sólo día que no coja un libro y al menos lea dos o tres capítulos. ¡Hasta he formado un club de lectura en mi pueblo! Y de verdad, jamás pensé que leer podría llegar a proporcionarme tantísima felicidad.
El segundo propósito que he empezado a cumplir es el de escribir. Lo dejé a un lado hace ya unos tres años y aún no entiendo por qué ya que era algo que me fascinaba desde pequeña. Me encantaba que llegase el final de curso del cole para ver publicados mis cuentos, mis poemas, mis historias. No recuerdo exactamente cuándo fue, creo que por el 2004, abrí mi primer blog. Después de aquel primer intento, hice otro distinto donde sólo escribía historias, nada sobre mí. Y de ahí salté a mi último blog, el que más alegrías me ha dado (Me llaman Octubre).
Esto es como una trilogía: Me llaman Lunares, Me llaman Octubre, Me llaman Marea.
Me gustaría deciros que voy a publicar dos veces por semana, que el contenido va a ser exclusivamente sobre reseñas de libros, etc. Pero quiero ser sincera conmigo misma y con todas/os aquellas/os que lleguéis a este rincón: no tengo ni idea del rumbo que tomará esto. Pero no me preocupa, porque de la improvisación a veces salen maravillas.
Por el momento, podéis pasar y tomar un té conmigo. El té moruno me sale genial. El resto, lo iremos viendo.
Marea.
PD: El tercer propósito también lo estoy llevando hacia delante pero a otro ritmo. Pero eso ya os lo contaré en otra ocasión.
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